La expectativa de vida de los perros puede variar significativamente entre razas y tamaños. Generalmente, los perros más pequeños tienden a vivir más tiempo que los perros más grandes, y esto se debe a una combinación de factores genéticos, fisiológicos y ambientales.
Los perros más pequeños tienden a tener un ritmo metabólico más rápido en comparación con los perros más grandes. Un ritmo metabólico más lento se asocia a menudo con un envejecimiento más rápido y una vida más corta.
Algunas razas de perros grandes son propensas a problemas de salud específicos, como displasia de cadera, problemas cardíacos y problemas articulares. Estos problemas de salud pueden afectar negativamente la calidad de vida y la longevidad de los perros grandes.
Es importante destacar que estas son tendencias generales y hay excepciones. La salud y la longevidad de un perro también dependen en gran medida del cuidado que recibe a lo largo de su vida, que incluye una dieta balanceada, ejercicio regular, atención veterinaria y un entorno seguro y afectuoso.