Muchos perros son abandonados a causa de mostrar cambios bruscos de comportamiento. Es importante que los dueños sepan que la agresividad de los perros puede estar vinculada con deficiencias en la educación. De todas formas, la agresividad tiene solución.
Como te he comentado en artículos anteriores uno de los problemas más preocupantes de las conductas de los perros es la agresividad; y día a día muchas personas acuden a especialistas para resolver los trastornos que en su mascota se canalizan en forma de violencia.
La agresividad canina es muy delicada porque puede aparecer en cualquier perro, sin importar raza, sexo o edad y es una de las razones por las cuales las mascotas son abandonadas. Muchos dueños de mascota ante este problema prefieren lavarse las manos y “comenzar” de nuevo, sin importar el porvenir del animal. Espero que tú no seas uno de estos y que desees mejorar la actitud de tu mascota a fin de que la convivencia sea gratificante para ambos.
En cuestiones que hacen a la agresividad canina la máxima “más vale prevenir que curar” se aplica casi en la mayoría de los casos; ya que estos problemas pueden evitarse brindando una vida y unas comodidades adecuadas para cada animal.
Es un hecho claro que la agresividad canina puede prevenirse, pero ¿cómo hacerlo? En primer lugar informándote antes de adoptar un perro, conocer profundamente la raza a la que pertenece y las necesidades específicas que debes satisfacer a fin de brindarle una vida saludable.
La información previa a la adopción es imprescindible. Cualquier perro no es adecuado para cualquier casa o cualquier dueño, por eso es importante que analices bien qué condiciones de vida puedes brindarle a tu nuevo amiguito, cómo eres (nervioso, tranquilo, hiperactivo, deportista, sedentario, violento, paciente, etc) y con qué espacio cuentas a fin de tomar la decisión más correcta y adoptar una mascota que pueda ser feliz en torno a esas condiciones.
Además previamente a concertar la adopción te conviene hacer el Test de Campbell a fin de conocer el grado de dominancia potencial que posee el cachorro.
Lo segundo que debes hacer es prodigarle al pequeñín una educación adecuada, donde comprenda que quien manda en la casa no es él, y aprenda a convivir con el resto de los seres de la casa de forma armónica. Ten en cuenta que el origen de muchos de los trastornos de agresividad es debido a situaciones críticas que debe vivir el cachorro durante los primeros momentos de desarrollo social; dicho esto, debes entender que conocer esos momentos te ayudará a prevenir problemas en cualquier otra etapa de la vida de tu mascota.
Estos momentos varían en cada razón pero, por regla general, están establecidos en dos períodos puntales: el preimero es el Período de Socialización Primaria (que dura hasta el 2º mes de vida) y el segundo es el Período de Socialización Secundaria (que va desde el 2º mes hasta el 4º mes de vida).
En el primer período quien se encarga de la educación es la madre, quien debe estimular la jerarquía de aquellos cachorros más sumisos y apaciguar a los más agresivos. Por esta razón un destete prematuro (el mínimo es 7 semanas de vida) puede ser perjudicial para los cachorros ya que, puede que no terminen de comprender su jerarquía en el mundo y o no busquen imponerse jamás o se vuelven excesivamente agresivos y dominantes con la familia que los acoja.
En el segundo período, los nuevos dueños deberán suplir la labor de la madre y enseñarla al cachorro su lugar de jerarquía dentro de la casa; y deberán poner especial cuidado en no fomentar conductas que puedan convertirse en modelo de conductas agresivas en un futuro.
Por otro lado es importante ser cuidadosos en la manera en la que retamos a nuestro perro, los castigos agresivos suelen ayudar a generar conductas agresivas de respuesta, por eso debes tener bien claro de qué manera tratarás a tu perro si no hace lo que tú crees que debe hacer. Y una cosa de la que no te puedes olvidar es premiarlo cada vez que hace lo que le pides, eso puede incentivarlo mucho a colaborar contigo y además se sentirá mimado y querido.
Es importante que ante los primeros síntomas de agresividad consultes con un experto pues, es posible tratar a tu perro, y lo mejor es hacerlo enseguida, para evitar consecuencias lamentables. Recuerda que con la edad las tendencias agresivas no tratadas se acentúan.
Fuente: i-perros.com