El picor es el síntoma más importante. Puede ser de intensidad variable, estacional o no, pero siempre está presente, aunque en algunos casos el propietario no es capaz de apreciarlo.
La predisposición genética, racial, familiar y sexual no se ha podido demostrar en los gatos en relación a la dermatitis atópica.

La edad de inicio de los síntomas varía desde los 6 meses a los 8 años, si bien en la mayoría de los casos se observan en gatos de 6 meses a 3 años.
El picor es el síntoma más importante. Puede ser de intensidad variable, estacional o no, pero siempre está presente, aunque en algunos casos el propietario no es capaz de apreciarlo. Lo podemos observar mediante la presencia de pelos rotos, pelos en las heces, etc.
Los patrones clínicos más frecuentes son la alopecia autoinducida, dermatitis miliar, complejo granuloma eosinofílico y dermatosis facial pruriginosa (lesiones en la cara, cuello y orejas).
Las lesiones se caracterizan por coloración rojiza de la piel con o sin costras que suelen localizarse en el abdomen, torax y parte extrema de las patas traseras.
Es muy frecuente observar sintomatología respiratoria, de tal forma que hasta la mitad de los gatos afectados por una dermatitis atópica presentan tos crónica acompañada de dificultad respiratoria.