

Para prevenir o detectar a tiempo determinados problemas de salud en nuestro perro, es conveniente realizar al menos un chequeo anual, el cual podrá hacer el veterinario aprovechando el momento de la vacunación
Para prevenir o detectar a tiempo determinados problemas de salud en nuestro perro, es conveniente realizar al menos un chequeo anual, el cual podrá hacer el veterinario aprovechando el momento de la vacunación.
En un chequeo básico, el veterinario evaluará lo siguiente:
- Aspecto general: peso (delgado, normal, obeso), pelaje (ha de ser homogéneo, con brillo, libre de parásitos externos, y la piel ha de conservar su integridad y color normal), actitud (apático, normal, nervioso).
- Mucosas (ocular, bucal, genital): han de ser rosadas.
- Ojos: se evalúa la visión, la mucosa conjuntival, aspecto de la córnea (ha de ser húmeda y brillante) y aparición de secreciones patológicas.
- Oídos: han de estar limpios y libres de secreciones y olores.
- Boca: se evalúa nuevamente la mucosa de la boca y encías y el aspecto de los dientes, que han de estar libres de sarro y con el esmalte íntegro.
- Temperatura corporal rectal: ha de estar comprendida entre los 38-39 grados, pudiendo aumentar algunas décimas en cachorros o animales nerviosos o que acaben de haber realizado ejercicio.
- Ganglios linfáticos: no deben presentar aumento en su tamaño.
- Auscultación cardiaca y pulmonar: para detectar sonidos anormales, que pueden ser signo de enfermedad, o cambios en el ritmo o frecuencia cardiaca y respiratoria.
- Postura y marcha: ha de ser equilibrada, libre de cojeras o dolor.
- En las hembras se revisan las mamas para evaluar cambios de tamaño y consistencia o la aparición de tumores, y la vulva en busca de alteraciones en el aspecto normal o secreciones vaginales anómalas.
- En los machos se revisa el aspecto del pene y secreciones del mismo, así como el aspecto y tamaño de los testículos.
Nosotros en casa también podemos detectar algunos síntomas de enfermedades, en cuyo caso debemos acudir a nuestra clínica habitual, pudiendo evitar en muchos casos males mayores. Algunos motivos de consulta son:
- Cambios de peso recientes
- Fiebre (el único método fiable para determinarla, es mediante la toma de la temperatura rectal).
- Cambios respecto a la ingesta de alimentos y agua (anorexia o exceso de ingesta).
- Cambios de comportamiento (decaimiento, agresividad, etc.).
- Alteraciones en la piel (oscurecimiento, enrojecimiento, heridas, masas, descamación, picores, etc.) y el pelo (falta de brillo, caída excesiva, calvas o alopecia…).
- Alteraciones en mucosas (enrojecimiento, palidez, color azulado).
- Alteraciones de los ojos (posición, mucosas, secreciones, rascado) y oídos (enrojecimiento, secreciones, mal olor, sacudidas de la cabeza, rascado).
- Alteraciones en la postura o la marcha, por ejemplo ladeamiento de la cabeza, cojeras, dificultad al subir y bajar escaleras, al levantarse, incoordinación de las extremidades al moverse, etc..
- Síntomas cardio-respiratorios: Fatiga, desmayos, toses o estornudos, secreciones nasales, respiración con la boca abierta en reposo.
- Síntomas digestivos tales como vómitos, diarrea, estreñimiento, pérdida de peso, salivación excesiva, falta de apetito, mal aliento…En cuanto a la boca, se observará el estado dental, poniendo atención a la ausencia de dientes, aparición de sarro, movilidad y daño dental.
- Alteraciones en el tamaño, aspecto y secreciones de las mamas y los genitales.
- Alteraciones en la emisión de orina (aumento o disminución de la cantidad, del número de veces y del color).
La información que aportemos es muy valiosa en la consulta veterinaria, puesto que nuestros “amigos” no hablan y no pueden contar a su médico por qué están allí, así que debemos informar de todo aquello que nos resulte extraño en nuestra mascota, aunque nos parezca que pueda no ser importante.
Con estos datos, más los que recopile el veterinario durante la exploración, podrá decidir si es necesario realizar alguna prueba complementaria (análisis de sangre, radiografía, ecografía, etc.) para llegar a un diagnóstico de enfermedad y poder tratarla de manera correcta.