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Si existe un perro cuyos orígenes son una sabia mezcla de aventura y exotismo, ese es el Coton de Tuléar cuyos antepasados, tras muchas peregrinaciones, se instalaron en la lejana Madagascar del siglo XVI, donde se cruzaron con perros indígenas. PARA EMPEZAR… Clasificación general: Razas de perros Pequeño   Peso: Peso Máximo: 6 kg Peso Mínimo: 3 kg Clasificación según FCI: Grupo 9
HistoriaAspectoCuidados específicos
La historia de las razas caninas se parecen muchas veces a un relato de aventuras. La del coton de Tuléar tiene algo de exótico en la medida en que este perro, emparentado con la familia de los bichons, nació en Madagascar en el siglo XVI. Puede resultar sorprendente que un perro tan cercano al maltés o al boloñés haya podido aparecer en medio del océano Indico. Pero, en realidad, ello se debe a razones muy simples. Simples aunque también singulares ya que están íntimamente ligadas con las casualidades del mar debido a las cuales algunos navíos naufragaron cerca de las costas de Madagascar. Muchos de aquellos aventureros iban con sus perros y éstos, que compartieron la suerte de la tripulación, consiguieron nadar hasta la orilla. A estos pioneros se les unieron poco después otros perros del mismo tipo que, tras haber sido utilizados a bordo para combatir a las ratas, fueron ofrecidos de regalo a los habitantes de la isla. En Madagascar, esos pocos bichons, se mezclaron con los perros del lugar, y de tales uniones nació una nueva raza, la cual se distinguió bastante pronto por el pelo de textura algodonosa que le valió el nombre. Tuléar es el nombre de una ciudad portuaria de Madagascar que actualmente se denomina Toleara. Antiguamente, el coton de Tuléar tenía un aspecto menos refinado que el animal que conocemos; su tamaño era más o menos el de un zorro, y tenía un carácter salvaje y decidido que le permitía cazar con audacia. Poco a poco se convirtió en guardián de rebaños, un trabajo en el que se distinguió gracias a su vigor y a su agudo ladrido. Hace doce años, casi nadie conocía el coton de Tuléar en Europa. Los primeros ejemplares llegaron en 1977 y desde entonces comenzaron a participar en las exposiciones con un creciente éxito entre el público. Oficialmente está emparentado con la familia de los bichóns y como tal lo clasificó la FCI, aunque no lo reconoció hasta 1971.

Aspecto general y carácter. Pequeño perro de interior alegre, de pelo largo, algodonoso, de ojos expresivos e inteligentes.

Altura a la cruz: Machos: 28 cm (máximo: 32 cm). Hembras: 25 cm (máximo: 28 cm). En todo caso, hay perros de patas más altas.

Peso: De 4 a 6 kg en los machos; de 3,5 a 5 kg en las hembras.

Cabeza: Corta vista de perfil, triangular vista por encima.

Cráneo: Perfil superior convexo; anchura de 8,5 cm; arcos supraciliares poco desarrollados; ligero surco frontal; protuberancia occipital nulo; stop poco pronunciado.

Hocico: de 6 cm de largo, 4,5 cm de alto, 5cm de ancho; canal nasal recto.

Mandíbula: Inferior rectilínea.

Nariz: Pequeña; trufa negra (se tolera de color tabaco oscuro); ollares abiertos; labios finos, tensos, pigmentados del color de la trufa; dientes perfectos, pequeños y blancos; los incisivos inferiores se colocan delante detrás o al mismo nivel que los de arriba.

Ojos: Redondos, oscuros, vivos, bien separados; párpados finos, pigmentados del color de la trufa.

Orejas: Caídas; 6 cm de ancho, 7 cm de largo; delgadas, triangulares, implantadas altas sobre el cráneo, finas en la punta, rotas en la base, cubiertas de pelos blancos o con manchas amarillo más o menos oscuro, o bien una mezcla de pelos amarillas y negras, o algunos pelos negros que dan la impresión de una mancha gris clara.

Articulación: Perfil recto, ligeramente curvada en la cima. Abombada, musculosa; longitud: 8 cm; anchura: 7 cm. Piel tensa.

Cuerpo: Línea de encima muy ligeramente convexa; cruz poco acentuada, espalda muy ligeramente cimbreada, bien musculosa, flancos redondos, menos anchos que el pecho. Vientre poco agalgado.

Cola: Implantada baja. Longitud: 18 cm. Gruesa en el nacimiento, fina en la punta. En reposo, descendiente por debajo del corvejón, con la extremidad levantada.

Cuartos delanteros: Aplomos verticales de frente y de perfil. Ángulos escapulo-humeral y húmero-radial de 120 grados. Hombros y brazos musculosos. Brazuelo de osamenta potente. Pies redondos, pequeños; dedos apretados, bien formados, almohadillas bien centradas y pigmentadas.

Cuartos traseros: Aplomos verticales vistos por detrás y de perfil. Ángulos coxo-femoral: 80 grados; fémuro-tibial: 120 grados; tibio-tarsiano: 160 grados. Muslo musculoso. Pies redondos; dedos apretados, de curvatura poco acentuada; almohadillas planas y pigmentadas.

Movimiento: Paso normal, trote corto. Movimiento preferido: el trote.

Capa: Pelos finos, de unos 8 cm de largo, ligeramente ondulados, de la textura del algodón. El color es blanco; se admiten algunas manchas amarillo o gris más o menos oscuro, sobre todo en las orejas. Piel fina, que se adhiere bien al cuerpo: puede estar pigmentada de manchas grises más o menos oscuras.

Defectos: Graves: Hocico demasiado pequeño o demasiado grueso. Cráneo plano o demasiado abombado; stop demasiado acusado o inexistente; canal nasal corvo: Dientes no regularmente alineados (incisivos); dientes rotos; progmatismo importante (más que el espesor de los incisivos). Ojos claros, demasiado próximos, prominentes; entropión, ectropión; mirada malévola. Orejas demasiado cortas, de pelo no lo suficientemente largo, rectas; implantación estrecha o demasiado espesa. Espalda ensillada, demasiado larga. Grupo horizontal, estrecha. Pecho mal desarrollado. Cuello demasiado largo o corto, endeble. Cola demasiado larga, demasiado corta o enrollada, no lo bastante provista de pelos, cilíndrica. Hombro recto. Aplomos: patizambos, irregulares, apretados o desprendidos, demasiado abiertos, corvejones cerrados, mala angulación. Muslos no lo suficientemente musculosos, de pelo insuficiente. Piel plisada, espesa. Pelo demasiado corto, demasiado largo, rizado, de textura sedoso.

Eliminatorios: Trufa presentando manchas de despigmentación, demasiado clara. Labios despigmentados, con manchas de roña, pesados y caídos. Párpados blancos, insuficientemente pigmentados, con manchas de roña. Cola enroscada o en candela, anuria, cuello demasiado largo. Altura y peso que superen el máximo. Capa fuertemente manchada de marrón o de negro.

El coton de Tuléar se ha adaptado perfectamente a las condiciones de vida europeas. Su carácter muy alegre, ha conquistado a cuantos aprecian un aspecto original unido a una fuerte personalidad. En primer lugar, en el plano físico, es de una robustez a toda prueba a pesar de su reducido tamaño. De modo que puede vivir al aire libre, claro que no es aconsejable en épocas invernales. Cuando se encuentra en un jardín se lo pasa a lo grande y, llegado el caso, demostrará que tiene sangre de terrier poniéndose a escarbar la tierra. Tiene olfato y la tenacidad de un verdadero cazador. Al coton de Tuléar le gusta que se ocupen de él, caso contrario lo manifestará con ladridos incesantes. Intrépido, travieso, siempre está dispuesto a inventar nuevos trucos. Agil, infatigable, se mete por todos lados. Por consiguiente, este perro necesita una seria educación, sobre todo si quiere que viva en el interior de una vivienda., un marco al que se podrá adaptar siempre y cuando se sepa imponerle calma cuando sea necesario, y también autorizarle a exteriorizar su vitalidad.

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