

Seguramente todos conocemos el dicho” madre solo hay una”, pues bien, en la naturaleza este dicho tiene su máxima expresión: – Una perra no dejará que se acerque a su camada cualquier extraño, una vaca defenderá con su vida la de su nuevo retoño pero, ¿dónde están los respectivos padres de estas criaturas? . Como podemos observar madre solo hay una. Si por distin
Seguramente todos conocemos el dicho” madre solo hay una”, pues bien, en la naturaleza este dicho tiene su máxima expresión:
Una perra no dejará que se acerque a su camada cualquier extraño, una vaca defenderá con su vida la de su nuevo retoño pero, ¿dónde están los respectivos padres de estas criaturas? . Como podemos observar madre solo hay una.
Si por distintas circunstancias nos vemos con la necesidad de criar un cachorro huérfano debemos tener unos conocimientos básicos que esperamos os ayuden a sacar adelante a vuestro nuevo amigo.
A los cachorros huérfanos debemos darles no solo el alimento, si no todo lo que en sustitución de lo perdido les podamos ofrecer.
Higienización
Un cachorro debe estimularse para orinar y defecar, normalmente esto lo realiza la madre lamiendo la zona anal del cachorro estimulándolo a orinar y defecar.
Los cachorros huérfanos deben ser estimulados manualmente por el tutor para estimular la micción y defecación. El cachorro debe estimularse después de cada alimento, esta maniobra se hace humedeciendo un pedazo de algodón y se frota suavemente sobre la zona anal y genital, dentro de uno a dos minutos el cachorro orinará y/o defecará. Algunos cachorros responderán bien antes de comer mientras otros responden después de comer, se sugiere hacer esta acción ambas veces para asegurar que el animalito haga sus necesidades, esta estimulación se debe realizar hasta los 21 días, a partir de esa fecha los cachorros ya controlan sus necesidades.
Control de la temperatura ambiente
Los cachorros nacen con pocas reservas grasas y por tanto pierden vitalidad rápidamente.
No debemos estimar la temperatura ambiental según el confort nuestro, si no por la necesidad de los cachorros, mayor cuanto más jóvenes sean.
Para el control de la temperatura ambiental un termómetro puesto a la altura de los cachorros será suficiente.
Si la temperatura ambiente es menor precisan de calefactor con bombilla o alfombrilla, siempre con la posibilidad de que puedan salir y entrar a la zona más cálida. Con el afán de no trastornar la idea de día y noche podemos poner una bombilla por el día y una buena manta por la noche:
Durante la primera semana, debe mantenerse la temperatura ambiente entre 32- 34ºC y una humedad relativa de 55-65%. Durante el principio de la segunda semana, gradualmente se reduce la temperatura a 29ºC, durante la tercera semana; 26.5 °C, durante la cuarta semana; 24ºC. Más allá de cinco semanas, temperatura de disminución a 21ºC o a la temperatura ambiente
Si vemos que los cachorros están intranquilos o lloran, y ante un riesgo de hipotermia, un sistema de control es tomándoles la temperatura rectal.
En criaderos importantes o bien cuando tenemos muchos cachorros puede ser de interés disponer de cajas individuales muy útiles para controlar las deyecciones de cada cachorro, evitando así los frecuentes contagios de enfermedades a las que están más predispuestos los cachorros huérfanos. No debemos olvidar a este respecto la importancia de la socialización hacia sus congéneres y hacia las personas debiendo estar todos juntos a las cuatro semanas y recibir frecuentes visitas.
Humedad
El nivel óptimo de humedad relativa está en torno al 50%.
Podemos aumentarla de forma económica y sencilla, con una manta o saco húmedo en el local donde están los cachorros.
Alimentación
La alimentación debe ser a base de leche maternizada, nunca a base de leche de vaca, causa común de graves problemas digestivos. Para conocer frecuencia de tomas, forma, etc. Consultar el artículo lactación artificial del cachorro.