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El comportamiento alimentario del perro

Vamos a explicar algunos comportamientos que tiene nuestra mascota cuando se encuentra delante de su comida, el por qué a veces devora su comida en pocos minutos y otras veces no se la come.
El perro, como cualquier animal, va a ingerir el alimento para cubrir sus necesidades, que serán mayores o menores según su estado fisiológico y la actividad que haya o vaya a realizar: gestación, crecimiento, vejez, deporte, etc.
Lo primero que va a llamar la atención al perro es el olor del alimento, y n

Vamos a explicar algunos comportamientos que tiene nuestra mascota cuando se encuentra delante de su comida, el por qué a veces devora su comida en pocos minutos y otras veces no se la come.

El perro, como cualquier animal, va a ingerir el alimento para cubrir sus necesidades, que serán mayores o menores según su estado fisiológico y la actividad que haya o vaya a realizar: gestación, crecimiento, vejez, deporte, etc.

Lo primero que va a llamar la atención al perro es el olor del alimento, y no el color del mismo, es decir, aquellos alimentos que presentan colores llamativos, como por ejemplo los piensos que en su formulación presentan croquetas de distintos colores, van a ser más llamativos para el dueño que para el perro. En cambio, aquellos alimentos que tengan olores más fuertes, aunque a veces sean un poco desagradables para el dueño, serán los elegidos por el perro para ingerirlos.

Lo primero que va a llamar la atención al perro es el olor del alimento, y no el color del mismo, es decir, aquellos alimentos que presentan colores llamativos, como por ejemplo los piensos que en su formulación presentan croquetas de distintos colores, van a ser más llamativos para el dueño que para el perro. En cambio, aquellos alimentos que tengan olores más fuertes, aunque a veces sean un poco desagradables para el dueño, serán los elegidos por el perro para ingerirlos.

Un dato curioso es que durante la lactación, la alimentación de la madre va a influir sobre la preferencia olfatoria de los cachorros, ya que ciertos alimentos van a producir sabores en la leche materna que ingieran, y van a condicionar, estos sabores, a un determinado comportamiento gustativo posterior en el cachorro.

Al igual que el olor del alimento influirá en el perro para que lo acepte o no, de igual forma el olor del comedero también influirá. Es decir, si el comedero, por la razón que sea, emite algún olor desagradable, el alimento será rechazado por nuestra mascota.

Una vez que el perro huele el alimento, este lo ingiere, y prácticamente sin masticarlo, lo deglute. Una vez metido el alimento en la boca, ya no vuelve a olerlo, pero si va a percibir su textura, su sabor y su temperatura, pero rápidamente lo va a tragar. En resumen, el perro lo que va a hacer es olfatear y oler el alimento, y posteriormente lo va a tragar.

Hay anormalidades en el comportamiento alimentario del perro producidas por problemas patológicos, problemas sociales con respecto a otros animales y sobre todo las causadas por el mal manejo que hace el hombre sobre su mascota en este aspecto.

Cuando vemos que nuestro perro no come, podemos pensar que puede ser por varias causas: por fiebre, por excitación sexual en los machos, competencia por el alimento cuando conviven más de un perro y el dominante no deja acercarse al comedero al resto, o simplemente porque el alimento está en mal estado. Ante cualquier duda de por qué el perro no come, se debe consultar al veterinario para buscar la razón.

Otras veces observamos que nuestro perro como demasiado, y esto puede ser debido algún problema hormonal, o por aburrimiento o por competencia por la comida cuando conviven varios animales.

También vamos a ver perros que comen todo lo que tienen a su alcance, lo que se llama pica, y muchas veces es por un síndrome depresivo. A veces los perros comen hierba para purgarse y no es por ninguna causa determinada, y lo que va a provocar la hierba es una irritación de la mucosa gástrica y va a inducir al vómito, esto hay que tenerlo en cuenta porque cuando el perro como hierba también comerá el insecticida o el abono que lleve, si es el caso, por lo que podría pasar de un simple vómito a un cuadro de gastroenteritis más o menos grave.

Por último encontraremos perros que comen excrementos, coprofagía, de ellos mismos o de otros perros, y suele ser debido a problemas en al asimilación del alimento. En estos casos sería conveniente saber el número de deposiciones que tiene el animal al día y si es necesario, realizar un análisis de las heces para poder determinar las causas de dicha coprofagía.

Esperamos que se hayan aclarado algunas dudas que se nos pueden presentar de forma cotidiana, y saber cuando es necesario o no llevar a nuestra mascota al veterinario para que resuelva el problema

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