

Se trata de un pastor de origen italiano, de carácter decidido y valiente, que supo conducir y guardar rebaños a lo largo de su historia.
Sin embargo, sus cualidades innatas de inteligencia, tranquilidad y paciencia, lo hacen un excelente perro de compañía.
PARA EMPEZAR…
Clasificación general: Razas de perros Mediano
Peso:
Peso Máximo: 38 kg
Peso Mínimo: 26 kg
Clasificación según FCI: Grupo 1
HistoriaAspectoCuidados específicos
Basta observar un ejemplar de Pastor Bergamasco para advertir su singular originalidad. La innegable antigüedad de esta raza, que se remonta a la época del Imperio Romano, constituye uno de sus principales atractivos, tanto para los cinólogos como para los aficionados en general.
Aunque los orígenes del Pastor de Bérgamo son sin duda muy remotos (sabemos que perros de características similares acompañaron a los romanos en su expansión por Europa), prácticamente no hay documento histórico que nos acredite este hecho. Su memoria únicamente ha permanecido en las antiguas historias y leyendas que relatan aún hoy en día los viejos pastores italianos de las montañas. Si consideramos las antigüas razas orientales como los únicos ancestros posibles del Pastor Bergamasco, no podríamos entender que su morfología atendiera a un primitivismo que lo enmarca en una época muy anterior.
Al invadir Europa, los romanos fueron dejando ejemplares diseminados por los territorios conquistados. La evolución de éstos ha contribuido a la génesis de las actuales razas de los perros pastores. Como es lógico, las condiciones climáticas y geográficas diferentes han influido en la evolución de su morfología y en las características del pelaje; así, tanto el Gos d’Atura Catalá como el Briard, a pesar de pertenecer, el primero, a la zona montañosa de los Pirineos y el otro a la llanura, lo que les confiere un diferente carácter, están unidos por un único común denominador: el Bergamasco.
La tarea de crianza realizada por los pastores italianos en un ambiente natural muy duro y aislado geográficamente ha dado el fruto de una raza robusta y sana, de alimentación moderada, psíquicamente equilibrada y de viva inteligencia, con dotes naturales que pocos perros poseen. El mantenimiento a lo largo de los siglos de sus condiciones morfológicas y psíquicas ha hecho que los pastores continúen sirviéndose de ellos para la conducción de sus rebaños. Actualmente se les asignan también otras funciones, como la de perro policía y las labores de salvamento y rescate.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la situación de la crianza del Pastor de Bérgamo era ciertamente preocupante: la raza estaba al borde de la extinción. La población rural había disminuido considerablemente y el número de ejemplares era muy reducido. Sin embargo, la acertada intervención de unos pocos aficionados fue vital para la recuperación del preciado patrimonio genético que los pastores habían seleccionado a lo largo de los siglos. La Societá darnatori del Cane da Pastore Bergamasco, S.A.B., fundada en 1949, desarrolló una amplia actividad y un enorme esfuerzo junto a aquel primer núcleo de aficionados, y se obtuvieron los primeros resultados positivos para el mantenimiento de la raza, que fue salvada de su inminente extinción. Basta con observar la gran cantidad de estudios recientemente realizados sobre esta raza para concluir que el Pastor de Bérgamo ha pasado a ser una de las razas más importantes. El haber conservado intacto su primitivismo le asegura la transmisión de generación en generación de su muy fijado equilibrio.
Cabeza. La longitud del hocico es igual a la longitud del cráneo. En su conjunto paralelepipédico la cabeza parece grande. La piel no debe ser gruesa, sino bien aplicada a los tejidos subyacentes, y sin formar arrugas.
Región craneal. El cráneo es ancho y ligeramente convexo entre las orejas, es también ancho y redondeado en la región de la frente. Los ejes longitudinales superiores del cráneo y del hocico son paralelos. La longitud del cráneo es igual a la del hocico. Su amplitud no debe sobrepasar la mitad de la longitud de la cabeza. Las protuberancias de la frente están desarrolladas, tanto en sentido longitudinal, como transversal; los arcos cigomáticos son bien marcados. La sutura medio-frontal (o metópica) es marcada, la protuberancia occipital es observable y saliente.
Depresión naso-frontal. Está bien ajustada, aunque es acentuada a causa del marcado desarrollo de la apófisis de los huesos de la nariz y de la frente, de las protuberancias frontales y de las cejas.
Hocico. Disminuye progresivamente hasta su extremo y las caras laterales convergen ligeramente, de manera que éste no es puntiagudo, sino truncado, con la cara interior más bien chata. Su longitud es igual a la longitud del cráneo. Su anchura, medida a la mitad de la longitud, alcanza aproximadamente el 50% de su longitud. La altura del hocico no debe ser inferior a la mitad de su longitud. El perfil superior del hocico, trazado por el perfil de la caña nasal, es rectilíneo. El perfil inferior del hocico no está determinado por el labio, sino por la mandíbula. A causa de esta conformación la comisura labial no es caída; el hocico es bien hendido, de manera que la comisura labial se encuentra en el nivel de una vertical imaginaria trazada desde el ángulo externo del ojo. El perfil de la quijada inferior es poco más o menos rectilíneo.
Labios. Finos y poco sobresalientes, se separan bajo el puente nasal dibujando un arco muy abierto que forma un tercio de círculo; de esta manera los dientes de la mandíbula están apenas cubiertos. Los bordes de los labios están bien pigmentados.
Quijadas. El cuerpo y las ramas maxilares inferiores y superiores son bien desarrollados y anchos.
Dientes. Blancos; la dentadura está completa y bien desarrollada, los incisivos están alineados de forma regular. La articulación es en forma de tijera.
Mejillas. Poco prominentes.
Ojos. Grandes; el iris es de un color marrón más bien oscuro, de acuerdo al color del pelaje. Están situados casi sobre un mismo plano frontal. Su expresión es dulce, apacible y atenta. La abertura palpebral es ligeramente ovalada y el eje palpebral presenta una oblicuidad de aproximadamente 15% sobre la horizontal. Los párpados se adaptan bien a la forma del globo ocular y sus bordes están bien pigmentados de color negro; las cejas son singularmente largas, de modo que puedan levantar los pelos de la frente que caen delante de los ojos.
Orejas. De inserción alta; son semi-caídas, es decir, que sólo los tercios terminales hasta la punta redondeada son caídas. Cuando el perro está atento la oreja se yergue ligeramente en la base. Su forma es triangular. La longitud de la oreja se sitúa entre 11 y 13 cm, su anchura es de 6,5 a 8 cm. Presenta una base ancha, que en la parte posterior se prolonga hasta el ligamento que va de la cabeza al cuello, mientras que al frente llega a la mitad del cráneo. La extremidad es ligeramente redondeada. Sobre las orejas el pelo es un tanto ondulado y suave, mientras que en la punta termina en flequillo.
Cuello. El perfil superior es levemente convexo. El cuello es un poco más corto que la cabeza; en efecto, en extensión no sobrepasa el 8O% de la longitud de la cabeza. El perímetro del cuello, medido a la mitad de su longitud, debe alcanzar por lo menos el doble de su longitud. La piel no debe ser nunca flácida, por lo tanto no debe haber rastro de papada. El pelo debe ser tupido.
Línea superior (Cuerpo). La cruz sobresale bastante del perfil dorsal rectilíneo. La región lumbar presenta cierta convexidad y la grupa es un poco oblicua.
Cruz. Alta y larga. El cuello se une armoniosamente al tronco.
Espalda. Rectilínea, bien musculada y ancha, su longitud alcanza alrededor del 30% de la altura a la cruz. La región lumbar está bien unida a la línea de la espalda y a la grupa. La longitud de la región lumbar alcanza alrededor del 20% de la altura a la cruz, de esta manera es mucho más corta que la región dorsal. La amplitud de la región lumbar es más o menos igual a su longitud; la musculatura de toda la región está bien desarrollada.
Grupa. Ancha, robusta, bien musculada y oblicua, con una inclinación del 30% bajo la horizontal; su amplitud transversal, entre las dos ancas, debe alcanzar 1/7 de la altura a la cruz.
Pecho. Debe ser amplio, bien arqueado, descendiendo hasta el nivel de los codos. Su perímetro (medido detrás de los codos) sobrepasa el 25% de la altura a la cruz. Su diámetro transversal debe alcanzar el 30% de la altura a la cruz. La profundidad y la altura del pecho deben alcanzar el 50% de la altura a la cruz.
Línea inferior (Cuerpo). A partir del esternón, el perfil inferior se levanta muy levemente hacia el vientre, que es por lo tanto poco elevado. La longitud de los flancos debe corresponder a la de la región lumbar, que es corta. La depresión de los flancos es mínima.
Rabo. situado en el tercio posterior de la grupa, es grueso y fuerte en la base y va disminuyendo progresivamente hasta su extremo. Está cubierto de pelo de cabra ligeramente ondulado. Su longitud alcanza entre el 60% y el 65% de la altura a la cruz. El rabo llega fácilmente hasta el corvejón cuando el perro se encuentra en posición normal; sin embargo es preferible que sea más corto. Cuando el perro está en reposo el rabo tiene forma de sable, es decir que es caído en el tercio anterior y luego se levanta levemente en el tercio posterior. El perro menea la cola cuando está en movimiento.
Extremidades anteriores. En conjunto, vistas de frente y de perfil, están bien aplomadas. La altura desde el suelo hasta el codo alcanza el 50% de la altura a la cruz. Están bien proporcionadas al tamaño del perro.
Hombro. Es macizo y está bien constituido. Su longitud sobrepasa apenas el cuarto de la altura a la cruz y mide entre 15 y 17 cm. Su oblicuidad bajo la horizontal es de 45 a 55 grados. Su musculatura debe ser siempre bien desarrollada.
Brazo. Debe ser bien musculado y estar dotado de huesos fuertes. Su longitud alcanza el 30% de la altura a la cruz. Su inclinación bajo la horizontal se sitúa entre 60 y 70 grados. La abertura del ángulo escápulo-humeral varía entre 105 y 125 grados.
Codos. Deben estar situados en los planos paralelos al plano medio del cuerpo. La punta del codo debe encontrarse sobre una vertical imaginaria trazada desde el ángulo caudal del omoplato. La abertura del ángulo húmero-radial varía entre 150 y 155 grados. Desde el nivel de los codos hasta abajo, el pelo debe ser abundante, largo y tupido, con tendencia a formar mechones.
Antebrazo. Éste es vertical, su longitud es por lo menos igual a la del brazo. La musculatura y los huesos están bien desarrollados.
Carpos. Prolonga la línea vertical del antebrazo. Tiene gran movilidad, es delgado, con un hueso pisciforme claramente saliente.
Metacarpo. Debe ser delgado y de gran movilidad. Visto de frente, debe estar situado en el mismo plano vertical que el antebrazo. Visto de perfil es un poco oblicuo en la parte delantera.
Pie. De forma ovalada (pie de liebre) con dedos bien unidos y arqueados. Uñas fuertes, curvas y pigmentadas. Las almohadillas plantares son de color oscuro.
Extremidades posteriores. En conjunto, éstas se adaptan bien al tamaño del perro. Los aplomos son normales, tanto vistos de perfil, como de atrás.
Muslo. Es largo, ancho, bien musculado, con un borde posterior ligeramente convexo. Su longitud sobrepasa alrededor del 30% de la altura a la cruz, y su anchura el 75% de su longitud. La abertura del ángulo coxofemoral varía entre los 100 y 105 grados.
Pierna. De huesos fuertes y músculos finos, la acanaladura de la pierna está bien marcada. La longitud de la pierna alcanza alrededor de 1/3 de la altura a la cruz. Su inclinación sobre la horizontal es de 55 grados aproximadamente.
Rodilla. Está bien aplomada en la línea de la extremidad y no está desviada ni hacia adentro ni hacia afuera. El ángulo fémoro-tibial es abierto y mide entre 130 y 135 grados.
Corvejón. Las caras laterales del corvejón deben ser bien anchas. La distancia desde la punta del corvejón al suelo no debe ser inferior al 25% de la altura a la cruz. La abertura del ángulo de la articulación tibiotarsiana varía entre 140 y 145 grados.
Metatarso. Su longitud alcanza un 15% de la altura a la cruz, si se mide por separado; si por el contrario se calcula desde la punta del calcáneo, su longitud es igual a la del corvejón. Su dirección debe ser vertical. Deben eliminarse los espolones que aparezcan eventualmente.
Pie. Debe tener las mismas características del pie delantero .
Movimiento . El paso debe ser ágil y largo; el trote, bastante alargado y resistente, es el movimiento preferido. Gracias a su conformación, el perro puede pasar fácilmente al galope corriente, movimiento que es capaz de mantener por bastante tiempo.
Piel. Debe ser fina en todo el cuerpo, pero sobre todo en las orejas y en las extremidades anteriores; debe estar bien aplicada al cuerpo. El cuello no debe tener papada y la cabeza no debe tener arrugas. El color de las mucosas y del tercer párpado debe ser negro.
Pelaje. Muy abundante, largo y de textura diferente según la región. Su textura es áspera (pelo de cabra) particularmente sobre la parte anterior del tronco. Desde la mitad del pecho hacia la parte posterior, y sobre todas las extremidades, el pelo tiende a formar mechones o está ya organizado en mechones según la edad del perro; estos mechones deben salir de la parte superior de la región dorsal y caer sobre los planos laterales del tronco. Sobre la cabeza el pelo es menos áspero y cubre los ojos. El pelo debe estar distribuído uniformemente sobre las extremidades, formando mechones suaves que llegan hasta el suelo, semejando una especie de pilastra en la parte anterior y mechones en la parte posterior, aunque sin formar flequillo. El pelo subyacente es tan corto que no permite ver fácilmente la piel. Debe ser suave al tacto.
Color. Gris uniforme, con manchas grises en todos los tonos posibles, que van desde el gris delicado y moderado, a un tono más claro o más oscuro, hasta llegar al negro. Se aceptan los tonos isabela y rojizo claro. Un pelaje unicolor negro es aceptable si éste es verdaderamente opaco (zaíno). No se permite el pelaje blanco unicolor. Se toleran las manchas blancas cuando su superficie no sobrepasa la quinta parte de la superficie total del pelaje.
Altura a la cruz. Para los machos la altura a la cruz ideal es de 60 cm, con una tolerencia de 2 cm de más o de menos. Para las hembras, es de 56 cm, con la misma tolerencia de 2 cm de más o de menos.
Peso. Machos: 32 a 38 kg. Hembras: 26 a 32 kg.
Faltas. Todo lo que se aparte de la descripción anterior constituye una falta, que en juicio será penalizada según su gravedad y extensión. Estas modalidades se aplican igualmente a los perros que tienen la cabeza muy pequeña y a aquellos que presentan ambladura de forma permanente. Faltas eliminatorias. Ejes cráneo-faciales convergentes o divergentes. Prognatismo mandibular acentuado o que causa desfiguración. Estrabismo bilateral. Despigmentación parcial de la trufa. Tamaño que sobrepasa en mayor o menor grado los márgenes indicados por el estándar. Rabo en forma de trompeta. Faltas descalificadoras. Despigmentación total de la trufa. Caña nasal claramente abultada o cóncava. Despigmentación bilateral total de los párpados; ojos de color diferente (aunque sea uno solo).
Mandíbulas : prognatismo superior. Ausencia de rabo, braquiurismo, rabo que se enrosca sobre la espalda.
Color del pelaje : el blanco sobrepasa 1/5 de la superficie total.
Piel : despigmentación total en el borde de los labios.
N.B. Los machos deben presentar dos testículos de apariencia normal, completamente descendidos en el escroto.
Perro pastor de origen italiano, que según la clasificación de Pierre Mégnin pertenece al grupo de los lupoides, el pastor de Bérgamo es un animal de tamaño mediano, de aspecto rústico y con un abundante manto en todas las partes del cuerpo. Su constitución es robusta, pero a la vez bien proporcionada. Su buen carácter lo hace decidido y valiente, pero sin llegar a ser temerario. Su conformación general es la de un sujeto mesomorfo (mediolíneo) donde el tronco se inscribe en un cuadrado. Es armónico en cuanto a su formato, es decir, sus proporciones entre la talla y las diferentes partes del cuerpo son normales; los perfiles de la cabeza y el cuerpo concuerdan.
Carácter.
El Pastor Bergamasco se distingue de cualquier otro perro pastor por su particular tradición histórica. Ante un perro dotado de tan buenas cualidades como el que estamos tratando no es difícil suponer que puede realizar las más diversas funciones con un mínimo adiestramiento.
Las principales características del Pastor Bergamasco son su carácter y su aspecto. Ambos son el fruto de un largo proceso selectivo dirigido a conseguir un perro adecuado al trabajo y al ambiente en que se desenvuelve. Cuidados y mantenimiento.
Como ocurre con los demás perros pastores, los baños frecuentes no son beneficiosos para el Pastor Bergamasco. Más de dos lavados por año pueden eliminar la grasa natural que recubre su pelo y protege la piel de los agentes externos. Parece un contrasentido, pero cuanto más nos empeñamos en lavar a un perro más lo ensuciamos, puesto que eliminamos su protección natural.
Aunque el manto del Pastor Bergamasco no precisa cuidados excesivos, sin embargo, no debemos olvidar que durante su crecimiento pasa por fases diferenciadas.
Hasta los seis o siete meses, podemos cepillarlo una vez cada quince días, pero en el momento en que se observe el más mínimo indicio de formación de los mechones enmarañados nos abstendremos de cepillarlo con tanta asiduidad. Aunque es conveniente tocarlo lo menos posible, hay que vigilar la formación de paquetes o bultos que pudieran producirse durante la calda del pelo suave del cachorro. Cuando esto ocurra, intentaremos abrir los bultos con las manos y reducir su tamaño con precaución. Después se puede, ocasionalmente, realizar cepillados superficiales para estirar un poco los mechones. Cuando se inicia la formación de los mechones, los cepillados suaves deben reducirse al dorso, donde se halla el pelo caprino, para evitar que el subpelo se junte y forme bultos.
Este perro pastor no pierde el pelo en cada muda, sino que aumenta la longitud de los mechones ya formados.
El manto comienza a estar suficientemente formado a los tres años de edad; a partir de este momento se considerará que el manto es el de un Bergamasco adulto y sólo se cepillará de forma superficial muy espaciadamente.