

La coprofagía es decir el hábito de ingerir heces propias o de otros perros resulta muy desagradable para el observador, pero generalmente no ocasiona consecuencias demasiados graves. Las causas más frecuentes que provocan la coprofagía son: En algunas ocasiones la costumbre puede estar basada en la carencia de minerales en la dieta. Esta posibilidad es extremadamente rara en perros que son alimentados correctamente, como son los que se mantiene
La coprofagía es decir el hábito de ingerir heces propias o de otros perros resulta muy desagradable para el observador, pero generalmente no ocasiona consecuencias demasiados graves.
Las causas más frecuentes que provocan la coprofagía son:
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En algunas ocasiones la costumbre puede estar basada en la carencia de minerales en la dieta. Esta posibilidad es extremadamente rara en perros que son alimentados correctamente, como son los que se mantienen en ambiente urbano.
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Es más probable que sea un simple hecho derivado de un simple hábito vicioso fruto de la curiosidad o de la monotonía y aburrimiento de una vida demasiado tranquila.
Los adiestradores suelen utilizar algún producto de sabor poco grato para el perro o bien ligeramente picante, tratando así que por escarmiento se abandone la costumbre.
No obstante suele ser necesario un largo tiempo de mantenimiento de la terapia de estímulo negativo para que el animal abandone su desagradable vicio.
Consulte a su veterinario, por si fuera necesario revisar la dieta y sus complementos minerales o de oligoelementos.