

La piómetra es la acumulación de contenido purulento en el útero.En ocasiones podemos observar que nuestra perra-gata, una vez superado el celo, de forma súbita, aparece deprimida excretando un material purulento por la vagina.Este hecho puede deberse al efecto de la progesterona producida tras la ovulación, y que tras no quedar gestantes nuestras mascotas, desarrollan actividad secretora de las glándulas uterinas. Tras la contaminación con bacter
La piómetra es la acumulación de contenido purulento en el útero.
En ocasiones podemos observar que nuestra perra-gata, una vez superado el celo, de forma súbita, aparece deprimida excretando un material purulento por la vagina.
Este hecho puede deberse al efecto de la progesterona producida tras la ovulación, y que tras no quedar gestantes nuestras mascotas, desarrollan actividad secretora de las glándulas uterinas. Tras la contaminación con bacterias de estas secreciones, presumiblemente procedentes de la vagina, se desarrolla la piómetra.
El organismo que más frecuentemente se ha determinado como causa de esta enfermedad es Escherichia coli.
Debemos estar al tanto de estos síntomas ya que la piómetra, sin tratamiento, puede causar la muerte de nuestra mascota.
La piómetra desde el punto de vista clínico se puede clasificar como:
- Abierta, caracterizada porque observamos secreciones vaginales.
- Cerrada, en la que no observamos secreciones. Los síntomas de esta piómetra son más acentuados.
Síntomas
- Anorexia.
- Letargo.
- Nuestra mascota micciona mucha cantidad de orina y con una frecuencia muy superior a la normal.
- Vómitos.
- Solo el 20% de las perras y gatas afectadas presentan fiebre.
- El curso de la enfermedad sin tratamiento cursa con choque, hipotermia y muerte.
Diagnóstico
El diagnóstico se completa con los síntomas, y con la presencia ecográfica o radiográfica de un útero agrandado y lleno de líquido.
Tratamiento
El tratamiento debe ser rápido y agresivo, ya que la piómetra (especialmente la cerrada) evoluciona de manera rápida:
- Fluidoterapia para corregir las deficiencias existentes así como para mejorar el funcionamiento renal.
- Antibióticos de amplio espectro resultan eficaces especialmente si se administran en el inicio de la enfermedad.
- El tratamiento definitivo es la extirpación de los ovarios (ovariohisterectomía) una vez se hallan corregido todos los desequilibrios. En hembras reproductoras muy valiosas a las que no se las quiera vaciar, se las puede administrar prostaglandinas, las cuales provocan contracciones uterinas ayudando a eliminar su contenido. En estos casos existe riesgo de ruptura uterina, por lo que debe usarse solo para las piómetras abiertas. En aquellas gatas que son tratadas con éxito con prostaglandinas, la posibilidad de recaídas alcanza el 15%, mientras que para las perras el porcentaje ha alcanzado el 77%.