

La Universidad Queen Belfast, difundió el pasado diciembre un estudio en el que colaboraron más de 200 personas diabéticas, de las cuales el 65% declaró que cuando sufrían episodios hipoglucémicos sus perros reaccionaban ladrando o llorando
La Universidad Queen Belfast, difundió el pasado diciembre un estudio en el que colaboraron más de 200 personas diabéticas, de las cuales el 65% declaró que cuando sufrían episodios hipoglucémicos sus perros reaccionaban ladrando o llorando, pero siempre de forma alterada como si estarían percibiendo lo que les pasaba a sus amos.
Esto sucede debido a que el hocico de los perros es tan sensible que detectan los cambios que sufren los diabéticos en los episodios hipoglucémicos.
Gracias a Organizaciones benéficas y al esfuerzo del cirujano Dr John Hunt, quien inauguró el centro hace cinco años movido por la inquietud de estudiar curiosidades caninas, se han conseguido 17 perros, entrenados para captar ciertos olores en pequeñas cantidades, que posteriormente se les emparejará con personas diabéticas, en su mayoría niños.
Se espera que esta investigación pueda ayudar a la invención de una nariz electrónica que imite la de un perro. "Por el momento las narices electrónicas no son tan avanzadas como las de los perros, están unos 15 años por detrás. Pero el trabajo que hacemos y lo que estamos encontrando ayudará a los científicos a avanzar rápidamente".