

La falta de rigor y equilibrio a la hora de educar al animal, la dejadez de los amos que pierden la paciencia y terminan por permitir a su mascota que haga lo que quiera, la inexperiencia del dueño, son posibles causantes de desequilibrios psíquicos en el perro.
La falta de rigor y equilibrio a la hora de educar al animal, la dejadez de los amos que pierden la paciencia y terminan por permitir a su mascota que haga lo que quiera, la inexperiencia del dueño, son posibles causantes de desequilibrios psíquicos en el perro.
Los ejemplos son variados y múltiples, como el dueño que recurre a una paliza como método de castigo, no recibe ningún premio cuando algo sale bien, o le prohíbe una cosa y al momento se la permite, podíamos poner infinidad de ejemplos al especto.
Educacar a mi perro
La mala educación conlleva infinidad de alteraciones en la personalidad de nuestra mascota, y acaba por hacer mella en el pobre animal.
En muchas ocasiones el animal puede adquirir hábitos desagradables, incluso peligrosos para las personas que le rodean:
* Ladridos a todas horas.
* Intentos de mordeduras.
* Ataques de irascibilidad.
El principal culpable de que la mascota llegue a esta situación tan límite es exclusivamente el cuidador. El amo tiene que poner en práctica unas normas básicas de educación cuando su mascota es un cachorro.
Las consecuencias de una mala educación en nuestra mascota con toda seguridad serán:
* Situaciones estresantes.
* Conductas nerviosas.
* Hinchazón de ciertas zonas, enrojecimiento de la piel.
Las consultas de los veterinarios están repletas de animales con problemas de comportamiento que son mera consecuencia de una mala educación recibida en el seno familiar.
Los animales merecen recibir una educación firme y a la vez cariñosa no significando que seamos permisivos con su conducta. Para conseguir un ejemplar educado lo ideal es inculcarle desde cachorro las normas que tiene que seguir, pero siempre buscando el equilibrio entre la permisividad y la rigidez.